Para saber qué es la blefaroplastia, podemos comenzar por explicar de dónde proviene el término.
La blefaroplastia, etimológicamente, viene del griego “blepharo” que significa párpado y “plastia”, acción de modelar o dar forma.
En un lenguaje más llano también se la conoce como cirugía de ojeras o cirugía de párpados.
Es una cirugía estética cuyo objetivo no es otro que la corrección de los defectos de los párpados como el exceso de piel o la aparición de bolsas.
Además, es la cirugía estética palpebral más común y también una de las cirugías plásticas que más se demandan en España tanto de hombres como de mujeres a partir de los 45 años.
Los beneficios de esta cirugía son dos, por un lado, la eliminación de las bolsas, y por otro, la mejora del campo de visión.
Existen dos tipos de blefaroplastia, la superior y la inferior.
La blefaroplastia superior, es una cirugía que se realiza mediante unas incisiones sobre el pliegue natural de los párpados superiores para eliminar la piel y la grasa sobrante causada por el envejecimiento.
La blefaroplastia inferior, es una cirugía que se realiza para eliminar la parte sobrante de la piel del párpado inferior y además se eliminan las bolsas de los ojos para conseguir una mirada más juvenil.
Esta cirugía se lleva a cabo con anestesia local y sedación, y dura aproximadamente de 1 a 2 horas.
Una vez haya finalizado la cirugía los pacientes deben quedarse en período de observación de 1 o 2 horas.
Acto seguido podrán volver a sus casas y comenzar el proceso de recuperación definitivo.
Las posibles molestias que puedan provocar la blefaroplastia, suelen atenuarse con analgésicos y colirios.
Pasados unos días de descanso, el paciente podrá retomar su actividad normal.
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